Después de un madrugón aprovechando el cambio de hora para hacer cosas y estar descansado salimos rumbo al lugar donde pasaríamos el día para ver pasar el final de la etapa.
Nuestro conductor Orlando nos llevo a un lugar de San Juan un tanto particular que quedaba en el camino al rally que tenía una palmera con una raíz y dos arboles que es algo muy poco común.
Yo de pequeño «trabajaba» (era el chico de los recados y recoge cables) en un programa de radio del mundo del automóvil llamado «kilometro cero» que ahora se llama «cronometro cero» y aparte yo solía ir mucho a los rallies.
Pasamos un control de seguridad y tras unos kilómetros de pista de tierra llegamos hasta el lugar donde íbamos a pasar el día. Yo he ido a unos cuantos rallies pero no me imaginaba que esto fuera a ser así:
Para mi sorpresa estábamos invitados por LAN a la zona VIP para ver la prueba… una carpa en medio del desierto que parecía casi una boda. Dentro teníamos aire acondicionado y fuera estábamos a más de cuarenta grados.
Un par de horas después de llegar empezaron a llegar los vehículos a la recta donde estábamos, la verdad que era impresionante ver a lo lejos las polvaredas formadas por los coches pero más alucinante era ver ese momento de la curva en la que tenían que acelerar luego bajar y volver a acelerar en la recta para seguir recto.
En el Dakar corren motos, quedas (o cuadriciclos para los argentinos), coches y camiones que fueron llegando en ese orden.
Les dejo con unas cuantas fotos del momento para que puedan disfrutarlas:
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